lunes, 26 de noviembre de 2012

LA MIRADA PROFUNDA DE JESÚS


HOY JESÚS NOS ENSEÑA A MIRAR DE MANERA DIFERENTE


EVANGELIO


LUCAS 21, 1-4


21 1Alzando los ojos vio a los ricos que echaban sus donativos en el tesoro del templo; 2vio también a una viuda muy pobre que echaba unos céntimos 3y dijo:
-Esa viuda, que es pobre, ha echado más que nadie os lo aseguro; 4porque todos esos han echado donativos de lo que les sobra; ella, en cambio, sacándolo de su falta, ha echado todo lo que tenía para vivir

La mirada de Jesús no es como todas las miradas. Hay miradas superficiales. Nos acostumbramos a mirar en la misma dirección y de la misma manera.

Hoy Jesús no enseña a mirar de manera diferente. No basta con tener ojos, es necesario alzar la mirada. “Alzando los ojos vio a los ricos que echaban sus donativos en el tesoro del templo…” Jesús no era el único presente en ese lugar, pero era el único que miraba en lo profundo.

“…vio también a una viuda muy pobre que echaba unos céntimos…” También la miró a ella, no pasó desapercibida su presencia: “-Esa viuda, que es pobre, ha echado más que nadie os lo aseguro; porque todos esos han echado donativos de lo que les sobra; ella, en cambio, sacándolo de su falta, ha echado todo lo que tenía para vivir” Esto nadie lo había visto.

Nos deslumbramos ante lo aparatoso, juzgándolo como lo más grande y valioso. Estimamos en nada lo sencillo. La calidad no está en lo cantidad, sino en el corazón y empeño que se pone en la realización de las cosas. Todos daban de lo que les sobraba, pero aquella viuda pobre echo todo lo que tenía para vivir.

Jesús quiere hacer entender a sus discípulos que necesitan, para instaurar el reino de Dios, una confianza como la de aquella viuda. Cuando Jesús reafirmó lo difícil que sería para los que confían en las riquezas entrar en el reino, los discípulos expresaron “qué entonces como podría subsistirse”. Jesús le respondió que humanamente era imposible, pero con Dios todo era posible. En aquella ocasión los discípulos manifestaron no haber encontrado en Dios todavía su tesoro.

Que difícil se nos hace desprendernos de nuestras riquezas para ganar el verdadero tesoro. Cuidado, Jesús no alaba a aquella viuda por dar al templo, figura del poder religioso opresor, su vida, sino por la capacidad de renunciar al dinero para encontrar en Dios su riqueza, su vida.

domingo, 25 de noviembre de 2012

EL REINO DE JESÚS NO TIENE ESCLAVOS NI USA LA FUERZA.


EL REINO DE JESÚS NO TIENE SOLDADOS (AGENTES DE LA VIOLENCIA)


EVANGELIO


LUCAS 18, 33-37


33Entró de nuevo Pilato en la residencia, llamó a Jesús y le dijo:-¿Tú eres el rey de los judíos? 34Contestó Jesús: -¿Dices tú eso como cosa tuya o te lo han dicho otros de mí?
35Replicó Pilato:-¿Acaso soy yo judío? Tu propia nación y los sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué has hecho? 36Contestó Jesús: -La realeza mía no pertenece al orden este. Si mi realeza perteneciera al orden este, mis propios guardias habrían luchado para impedir que me entregaran a las autoridades judías. Ahora que mi realeza no es de aquí. 37Le preguntó entonces Pilato: -Luego ¿tú eres rey? Contestó Jesús: -Tú lo estás diciendo, yo soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio en favor de la verdad. Todo el que pertenece a la verdad escucha mi voz.

Pilato entra para refugiarse del acoso de los judíos. Hace llamar a Jesús que se encontraba con sus acusadores. Le pregunta: ¿tú eres el rey de los judíos? Este título hacía referencia a un caudillo guerrero que deseaba acabar con los romanos. Los líderes religiosos de Israel lo presentan de esta manera para que ante Pilato no tenga escapatoria. Jesús invita a Pilato a pensar por el mismo, a responsabilizarse como juez. Pero a Pilato no le importa juzgar con justicia, sólo quiere saber si Jesús representa algún peligro.
Los sumos sacerdotes quieren a como dé lugar acabar con Jesús. Les ha echado en cara que han convertido la casa del Padre en cueva de ladrones, que no son pastores sino lobos que dispersan a las ovejas, les ha llamado guías ciegos, les ha hablado con la verdad.
¿Qué has hecho? Las obras del Padre. El Padre es el transmisor de la vida: ha dado vida a los muertos. El mismo Pilato se extraña del odio que tienen contra él los dirigentes judíos.
Jesús no contesta la pregunta de Pilato sino que explica el tipo de Rey que es él.
El reino de Jesús no se construye en la violencia, no tiene guardias, no pelea, no defiende nada, no es como los de este mundo. No le interesa el trono de Pilato ni de nadie.
Pilato no puede entender un rey que no quiera el poder y que no use la violencia para defender su corona. Lo poderosos de este mundo se alimentan del miedo y la servidumbre de sus vasallos, y consiguen la servidumbre de sus vasallos a través de la violencia, algunas veces física otras sicológica.
Jesús acepta que es rey, pero no ya de los judíos, es el rey de la humanidad nueva, es el rey con un reino formado por hombres y mujeres que renunciado al poder y la ambición desean vivir de cara a sus hermanos, un reino que no tiene fronteras ni límites de razas o naciones.
El reina, no en un lugar geográfico, sino donde está la verdad. En el evangelio de san Juan la verdad es la vida y la vida no es un mero ciclo biológico. La vida es la presencia de Dios en la vida de las personas, es la dignificación de los seres humanos, el desarrollo humano, la plenitud del ser personas, la experiencia de vivir como hermanos y hermanas. La verdad da la libertad, y la libertad nos lleva a experimentarnos hermanos de la humanidad e hijos de Dios.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Quien comercia con lo sagrado es capaz de comerciar lo que sea.


Quien comercia con lo sagrado es capaz de comerciar lo que sea.


EVANGELIO


LUCAS 19 45-48

45Entró en el templo y se puso a echar a los vendedores, 46diciéndoles: -Escrito está: Mi casa será casa de oración, pero vosotros la habéis convertido en una cueva de bandidos. 47Todos los días enseñaba en el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes y los letrados trataban de acabar con él, y lo mismo los notables del pueblo, 48pero no encontraban modo de hacer nada, porque el pueblo entero lo escuchaba pendiente de sus labios.

Lo más sagrado también puede convertirse en negocio. La ambición de los seres humanos no respeta los más profundos sentimientos espirituales de los seres humanos. El hombre es el único ser capaz de convertir lo que sea en negocio. Desde lo más profano hasta lo más sagrado, en manos del ser humano, puede convertirse en mina de oro. Desde el objeto más insignificante hasta la vida del hombre, todo es oportunidad para hacer dinero. Ni siquiera Dios se escapa de esto. Quien comercia con lo sagrado es capaz de comerciar lo que sea. El hombre es capaz de cualquier cosa con tal de conseguirse una jugosa tajada de dinero. Así encontró Jesús el templo, la casa del Padre convertida en cueva de bandidos.
Para Jesús el templo es el lugar de la enseñanza. Enseñanza que presenta la verdad de Dios sobre el hombre, el designio del Padre para este mundo. El problema no es el lugar sino lo que se hace en el lugar.
Ahí mismo en lo que debiera ser la casa del Padre: “…los sumos sacerdotes y los letrados trataban de acabar con Jesús, y lo mismo los notables del pueblo.” El lugar santo no sólo se convierte en cueva de bandidos porque explotan en grupo, sino también porque se confabulan para dar muerte al Mesías y seguir usando el templo para llenar sus arcas.
Hace falta estar más al pendiente de las palabras de Jesús porque si no corremos el riesgo de reducir la alegría de la vida a una competencia absurda por hacer dinero. Lo importante en la vida no es llenar de dinero los bolsillos, sino de amor los corazones.

NO ES EL PODER LO QUE PUEDE DARNOS LA PAZ



LA GRANDEZA ESTÁ EN LO SENCILLO


EVANGELIO


LUCAS 19, 41-44

41Al acercarse y ver la ciudad, le dijo llorando por ella: 42-¡Si también tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no, no tienes ojos para verlo. 43Por eso van a llegar días en que tus enemigos te rodeen de trincheras, te sitien, aprieten el cerco, 44te arrasen con tus hijos dentro y no dejen en ti piedra sobre piedra; porque no reconociste la oportunidad que Dios te daba.

Seguimos sin reconocer las oportunidades que Dios nos da a cada día. Nuestra ceguera, nuestra ambición, nuestra sed de predominio dificultan el camino hacia una vida más plena. El pueblo de Israel esperaba el reino de Dios, pero su deseo desmedido de dominar a las demás naciones no le permitió entender que lo que Dios esperaba era algo mucho  más grande. Se nos hace tan difícil reconocer la pequeñez de nuestros mezquinos intereses y la grandeza de lo sencillo. Nos faltan ojos para reconocer que no es en la fuerza o en el sometimiento de los otros donde brilla con toda su intensidad la gloria del Padre.
Israel perdió su oportunidad porque teniendo en Jesús la posibilidad de comenzar una humanidad nueva, con los valores del reino, prefirió seguir alimentando a los suyos con el pan del triunfalismo. Cuidado no nos vaya a pasar también a nosotros, no vaya a ser que nuestros sueños de grandeza vengan acompañados de pesadillas, pues en un mundo de rivales siempre habrá otros más fuertes que provoquen nuestra caída. 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Quien no fructifica se queda vacío, estéril, seco, muerto.


Quien no fructifica se queda vacío, estéril, seco, muerto.


EVANGELIO


LUCAS 19, 11-28


11Como ellos lo estaban escuchando, añadió una parábola, porque estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reinado de Dios iba a despuntar de un momento a otro. 12Dijo así: -Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguir el título de rey y volver después. 13Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, encargándoles: -Negociad mientras vuelvo. 14Sus conciudadanos, que lo aborrecían, enviaron detrás de él una delegación que dijese: "No queremos a éste por rey". 15Cuando volvió con el título real, mandó llamar a los empleados a quienes había dado el dinero, para enterarse de lo habían ganado. 16El primero se presentó y dijo: -Señor, tu onza ha producido diez. 17Él le contestó: -Muy bien, empleado bueno; como has sido fiel en una minucia, tendrás autoridad sobre diez ciudades. 18El segundo llegó y dijo: -Tu onza, Señor, ha producido cinco. 19A éste le dijo también: -Pues tú toma el mando de cinco ciudades. 20El otro llegó y dijo: -Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en un pañuelo; 21te tenía miedo porque eres hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras. 22Él le contestó:
-Por tu boca te condeno, empleado perverso. ¿Conque sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro? 23Entonces, ¿por qué razón no has puesto mi dinero en el banco? Así, al volver yo, lo habría cobrado con los intereses. 24Dijo entonces a los presentes: -Quitadle a éste la onza y dádsela al que tiene diez. 25Le replicaron: -¡Señor, si tiene ya diez onzas! 26-Os digo que a todo el que produce se le dará, y al que no produce se le quitará hasta lo que había recibido. 27Y a esos enemigos míos que no me querían por rey, traedlos acá y degolladlos en mi presencia. 28 Y, dicho esto, echó a andar delante, prosiguiendo la subida a la ciudad de Jerusalén.

El reino de Dios no llega estruendosamente, lo había advertido Jesús. Pero cada quien sigue con su idea y piensan que Dios meterá el hombro por Israel y les dará el dominio sobre las demás naciones: pensaban que el reinado de Dios iba a despuntar de un momento a otro. Es  cierto, Dios sacara la cara por sus hijos pero no de la forma como ellos lo imaginan. Jesús con la entrega de su vida mostrará cual es el camino que el Padre quiere. Sin embargo hay quienes se oponen al proyecto: -Un hombre noble se marchó a un país lejano para conseguir el título de rey y volver después. Llamó a diez empleados suyos y les repartió diez onzas de oro, encargándoles: -Negociad mientras vuelvo. Sus conciudadanos, que lo aborrecían, enviaron detrás de él una delegación que dijese: "No queremos a éste por rey". Jesús es el hombre noble al que le quitaran la vida, se convertirá en el rey con la entrega de su vida en la cruz, volverá después de la resurrección y verificará como hemos hecho producir nuestra vida en favor de los hermanos.
La comunidad cristiana ha de estar formada por personas que asumiendo el estilo de vida de Jesús fructifican su vida en la entrega continua de su persona en el amor. En el reino, comunidad cristiana, no hay lugar para los miedosos: -Señor, aquí está tu onza; la he tenido guardada en un pañuelo; te tenía miedo porque eres hombre exigente, que reclamas lo que no prestas y siegas lo que no siembras. Él le contestó: -Por tu boca te condeno, empleado perverso. ¿Conque sabías que soy exigente, que reclamo lo que no presto y siego lo que no siembro? Entonces, ¿por qué razón no has puesto mi dinero en el banco? Así, al volver yo, lo habría cobrado con los intereses. Dijo entonces a los presentes: -Quitadle a éste la onza y dádsela al que tiene diez.
Por último, el miedo que impide fructificar, se debe a la idea de un Dios que se comporta como un déspota, idea transmitida por los dirigentes judíos. Jesús cambia esta idea pues quien fructifica sigue plenificando su vida, y hace ver que la idea de un Dios como la presentada por los dirigentes inutiliza al hombre haciéndole desgraciada su vida. Quien no fructifica se queda vacío, estéril, seco, muerto.

LA AMBICIÓN NOS HACE ENANOS


LA AMBICIÓN NOS HACE ENANOS


EVANGELIO


LUCAS 19, 1-10


19 1Entró en Jericó y empezó a atravesar la ciudad. 2En esto, un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de recaudadores y además rico, 3trataba de distinguir quién era Jesús, pero la gente se lo impedía, porque era bajo de estatura. Entonces se adelantó corriendo y, para verlo, se subió a una higuera, porque iba a pasar por allí. 5Al llegar a aquel sitio, levantó Jesús la vista y le dijo: -Zaqueo, baja en seguida, que hoy tengo que alojarme en tu casa. 6Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. 7Al ver aquello, se pusieron todos a criticarlo diciendo: -¡Ha entrado a  hospedarse en casa de un pecador! 8Zaqueo se puso en pie y dirigiéndose al Señor le dijo: -La mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres, y si a alguien he extorsionado dinero, se lo restituiré cuatro veces. 9Jesús le contesto: -Hoy ha llegado la salvación a esta casa, pues también él es hijo de Abrahán. 10Porque el Hombre ha venido a buscar lo que estaba perdido y a salvarlo.

            Este pasaje hay que interpretarlo a la luz de la entrada de Josué a Jericó. Ahí, Rahab, era el símbolo de los marginados de la sociedad y sin embargo logra reintegrarse en la nueva comunidad. Así Zaqueo, despreciado por los suyos, logra disponerse a formar parte de la nueva familia de Jesús. Hacer el paralelismo es complicado. Hoy sólo dejemos algunas ideas.

Los recaudadores de impuestos eran despreciados en Israel pues eran considerados traidores de Dios y de la patria. Eran sujetos del odio del pueblo pues terminaban cometiendo fuertes injusticias en el cobro de los impuestos. Zaqueo el jefe de recaudadores y rico (impedimento para alcanzar la estatura de Jesús) tiene interés por conocer a Jesús y cree que la higuera, figura de la religión judía, puede otorgarle el acceso.  Pero Jesús lo invita a bajar de la higuera. No es la institución judía, viciada por los sumos sacerdotes, la que asegura el acceso a la familia de Jesús. Zaqueo entiende que lo de Jesús es diferente: bajó enseguida y lo recibió muy contento. El encuentro con Jesús produce en él una alegría que no había encontrado es sus riquezas. Ahora ha encontrado un amigo, y el que encuentra un amigo ha encontrado un tesoro. El que encuentra un tesoro, va se deshace de todo lo que tiene: -La mitad de mis bienes, Señor, se la doy a los pobres, y si a alguien he extorsionado dinero, se lo restituiré cuatro veces. Logra una justicia superior a la pedida en el antiguo testamento y a la anunciada por Juan bautista.
Jesús devuelve al recaudador la esperanza de una vida nueva. A pesar de las críticas: -¡Ha entrado a  hospedarse en casa de un pecador!  Jesús ofrece al publicano la  oportunidad de mirar más allá de los estrechos aires nacionalistas.
La riqueza nos hace enanos (baja estatura), por más que queramos justificarla religiosamente (subir a la higuera) no es posible. No hay camello que logre pasar por el ojo de la aguja. Hay que bajar, encontrase con el maestro y compartir con él la vida; dejar que nos muestre la calidez de su persona, aceptar su iniciativa de hospedarse en nuestra casa, recibirlo con alegría, compartir lo que tenemos y repara los daños causados. Así y sólo así la salvación habrá llegado a nuestra casa.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Nada ciega tanto como el poder, la ambición, el egoísmo, la prepotencia, los aires de superioridad.


Nada ciega tanto como el poder, la ambición, el egoísmo, la prepotencia, los aires de superioridad.

EVANGELIO


LUCAS 18, 35-43

35Cuando se acercaba a Jericó había un ciego sentado junto al camino, pidiendo. 36Al oír que pasaba gente preguntaba qué era aquello, 37y le explicaron: -Está pasando Jesús el Nazoreo.
38Entonces empezó a dar voces, diciendo: -¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!
39Los que iban en cabeza lo conminaban a que se callara, pero él gritaba mucho más: -¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí! 40Jesús se paró y mandó que se lo llevaran. Cuando lo tuvo cerca le preguntó: 41-¿Qué quieres que haga por ti? Él dijo: -Señor, que recobre la vista. 42Jesús le contestó: -Recobra la vista; tu fe te ha salvado. 43En el acto recobró la vista y lo siguió bendiciendo a Dios. Y todo el pueblo, al ver esto, alababa a Dios.

Jericó es el lugar donde, según el Antiguo Testamento, al toque de las trompetas, se derribaron sus murallas. Fue el lugar por donde pasó Josué antes de llegar a la tierra prometida. Ahora Jesús el nuevo liberador pasa por Jericó, pero Jerusalén ya no es la tierra prometida sino la tierra de opresión, En ella se concentran los poderes civil, intelectual y religioso, se explota y engaña al pueblo de Dios, y se dará muerte al que es la vida. Jesús es consciente de que ahí están sus peores enemigos (sumos sacerdotes, escribas y ancianos), pero ha tomado la firme determinación de enfrentarse con Jerusalén y no habrá miedo que lo haga retroceder.

En el camino aparece un ciego, sentado en el lugar donde se siembra la semilla, llegan los pájaros y se la comen. Es figura de aquellos a quienes no les ha penetrado el mensaje de Jesús.
Satanás, “el poder”, se ha encargado de cegarlos pues no son capaces de ver la calidad del mesianismo de Jesús y lo confunden con un mesías de corte davídico: -¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!
Está lejos de Jesús, por eso tiene que llamarlo. Pero el problema no es la lejanía física, sino lo lejos que está del proyecto y la persona de Jesús. Tiene que solicitar lo que necesita. Jesús no se impone a nadie, es respetuoso de la libertad de cada individuo, cada uno tiene que decir lo que quiere para su vida: -¿Qué quieres que haga por ti?
No se trata de un ciego de nacimiento como de alguien que ha perdido la vista: “Señor, que recobre la vista.” Hay tantas cosas que nos vuelven ciegos, que anulan nuestra capacidad de visión, que nos sumergen en las tinieblas. Si queremos, él puede devolvernos la visión perdida, nos puede dar claridad donde todo parece tinieblas, sólo hay que quererlo, desearlo, asumirlo. Nada ciega tanto como el poder, la ambición, el egoísmo, la prepotencia, los aires de superioridad. Todo esto estorba para que el mensaje del amor universal eche raíces en nosotros y produzca frutos. Hay que acompañar a Jesús hasta Jerusalén, no lugar de la gloria humana, sino lugar donde mostrará su amor hasta el extremo. 

sábado, 17 de noviembre de 2012

QUE REINE EL HOMBRE PARA QUE CAIGAN EL SOL, LA LUNA Y LAS ESTRELLAS


EL CIELO ES EL LUGAR DEL PADRE, PERO HAY QUIENES HAN USURPADO ESE LUGAR
Marcos 13, 24-32



24Ahora bien, en aquellos días, después de aquella angustia, el sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor, 25las estrellas irán cayendo del cielo y las potencias que están en el cielo vacilarán, 26y entonces verán llegar al Hombre entre nubes, con gran potencia y gloria, 27y entonces enviará a los ángeles y reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos, del confín de la tierra al confín del cielo. 28De la higuera, aprended el sentido de la parábola: Cuando ya sus ramas se ponen tiernas y echa las hojas, sabéis que el verano está cerca. 29Así también vosotros: cuando veáis que esas cosas están sucediendo, sabed que está cerca, a las puertas. 30Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo eso se cumpla. 31El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasaran. 32En cambio, en lo referente al día aquel o la hora, nadie entiende, ni siquiera los ángeles del cielo ni el Hijo, únicamente el Padre.

El lenguaje de este pasaje es apocalíptico, por lo tanto no hay que tomarlo en sentido literal. Hay que descubrir lo que el evangelista quiso enseñar.

Primero el evangelista anuncia un cambio de época. La época del reino de Dios, la del hijo del hombre. Los días de los explotadores están contados. El evangelista no pone el énfasis en la angustia de aquellos días, sino en la experiencia de libertad que se va a conseguir los con la venida del reino, iniciado con Jesús, pero continuado por los hombres y mujeres, que continuaran la obra y la misión de Jesús.

El sol, la luna y las estrellas están en el cielo. El cielo es el lugar del Padre. Por lo tanto al estar estos en el lugar del Padre quiere decir que han usurpado su lugar. Es decir: el sol, la luna y las estrellas representan a todos aquellos poderes, sistemas, imperios, reinos, personas, que han ocupado el lugar de Dios. El problema es que la ocupar el lugar de Dios se han convertido en tiranías que oprimen y explotan al hombre reduciéndolo a cosa o esclavo.

La venida del hijo del hombre representa lo humano que Dios espera del Hombre. Jesús es el modelo de hombre y  todos los que se asemejen a él, en su compromiso de amor a la humanidad adquirido en el bautismo, forman el reino de Dios en su etapa terrena.

La llegada del hijo del hombre se describe con ciertas características: entre nubes, símbolo de la condición divina, con gran potencia, es su fuerza que comunica vida, y gloria, la realeza del Padre.

Todos los que hayan vivido al estilo del hijo del Hombre serán congregados. Los congregados ya no sólo son judíos, sin hombres de los cuatro puntos cardinales. El reino de Dios trasciende las fronteras de Israel y si abre a todos los paganos. Lo importante ya no es pertenecer a un pueblo, sino aceptar y hacer vida el proyecto de Jesús. Quienes hayan permanecido fieles al mensaje continuaran la vida en el amor.

Sobre el desconocimiento del día aquel el evangelista no se refiere a que sea un secreto exclusivo del Padre, sino que eso no es para preocuparse, pues está en manos del padre, y lo que está en manos del Padre está en mejores manos.

Hoy sigue habiendo sistemas, económicos, políticos o religiosos y personas que usurpan el lugar de Dios y tratan a los hombres como esclavos o cosas. Al hombre le hace falta conocer a Jesús el modelo de hombre. Cuando, todos, asumamos el estilo de vida de Jesús los ídolos caerán por su propia cuenta, pues no encontraran ni siervos, ni cosas que los alimenten, pues los hombres habremos aprendido que nuestra vida, libertad y dignidad tienen que ser respetadas.

viernes, 9 de noviembre de 2012

DIOS NO PUEDE SER ENCERADO EN LOS MUROS DE UN EDIFICIO


EL LUGAR PRIVILEGIADO DE DIOS, NO ES UN TEMPLO, ES EL CORAZÓN DEL HOMBRE


EVANGELIO


JUAN 2, 13-22 

13 Estaba cerca la Pascua de los Judíos y Jesús subió a Jerusalén.
14 Encontró en el templo a los vendedores de bueyes ovejas y palomas y a los cambistas instalados, 15 y haciendo como un azote de cuerdas, a todos los echó del templo, lo mismo a las ovejas que a los bueyes; a los cambistas les desparramó las monedas y les volcó las mesas 16 y a los que vendían palomas les dijo:
-Quitad eso de ahí: no convirtáis la casa de mi Padre en una casa de negocios.
17 Se acordaron sus discípulos de que estaba escrito:
"La pasión por tu casa me consumirá".
18 Respondieron entonces los dirigentes judíos, diciéndole:
-¿Qué señal nos presentas para hacer estas cosas?
19 Les replicó Jesús:
-Suprimid este santuario y en tres días lo levantaré.
20 Repusieron los dirigentes:
-Cuarenta y seis años ha costado construir este santuario, y ¿tú vas a levantarlo en tres días?
21 Pero él se refería al santuario de su cuerpo.
22 Así, cuando se levantó de la muerte se acordaron sus discípulos de que había dicho esto y dieron fe a aquel pasaje y al dicho que había pronunciado Jesús.

En este evangelio hay que diferenciar entre la pascua de los Judíos y la Pascua de Jesús. La primera ha perdido el sabor a libertad y ha sido reducida a un culto estéril, en otros casos era fiesta de la libertad de unos a costa de esclavitud de otros. Los dirigentes judíos celebraban la pascua, fiesta de la libertad, siendo ellos los nuevos opresores. Para ellos lo importante es el negocio: venta de bueyes, ovejas y palomas; el dinero por sobretodo: los cambistas.

El dios dinero es voraz,  nos lleva a cometer muchas injusticia, pero la más grande de todas las explotación de los más pobres, lanzar a la miseria a los más pobres. Por eso la denuncia más explícita es a los vendedores de palomas: “y a los que vendían palomas les dijo: -Quitad eso de ahí: no convirtáis la casa de mi Padre en una casa de negocios” Las palomas era la ofrenda de los pobres. No se contentan con quitarle al que tiene, su ambición es insaciable que los lleva incluso a quitarle lo poco que tiene el pobre ofreciéndolo a la muerte.


El evangelio no quiere enseñar que Jesús purifica el templo. El látigo era un signo mesiánico, Nos encontramos ante una verdadera denuncia contra quienes han colocado al dios dinero en el lugar del  Padre. Jesús quiere liberar a los hombres (ovejas) del lugar que donde están siendo sacrificados. El dinero se ha apoderado de los dirigentes y estos le rinden culto convirtiendo la casa del Padre en una casa de negocios y sacrificando hombres conduciéndolos a la muerte en una religión sin vida.

Al sacar Jesús a las ovejas del templo está invalidando la función de este. Los verdaderos adoradores adoraran al Padre en espíritu y en lealtad, le dirá Jesús a la samaritana. Ni Jerusalén ni Garizim tienen el monopolio de la presencia de Dios. Dios no puede ser contenido en las paredes de un edificio, o encerrado en las fronteras de una ciudad. El santuario predilecto de Dios es el corazón del hombre: -Suprimid este santuario y en tres días lo levantaré. Repusieron los dirigentes: -Cuarenta y seis años ha costado construir este santuario, y ¿tú vas a levantarlo en tres días? Pero él se refería al santuario de su cuerpo.

Dios prefiere vivir en el corazón de sus Hijos, ese es el lugar que prefiere a todos los santuarios construidos por manos de hombre, el hombre es el santuario construido en misterio del amor del Padre. Además la relación con Dios se da en términos de familiaridad, Jesús habla de Dios como de un Padre: la casa de mi Padre

miércoles, 7 de noviembre de 2012

EL AMOR CRISTIANO TRASCIENDE LOS VÍNCULOS FAMILIARES


El reino se construye con el esfuerzo y la entrega de la vida


EVANGELIO


LUCAS 14, 25-33


25Lo acompañaban por el camino grandes multitudes; él se volvió y les dijo:
26-Siuno quiere venirse conmigo y no me prefiere a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a sí mismo, no puede ser discípulo mío. 27Quien no carga con su cruz y se viene detrás de mí, no puede ser discípulo mío.
28Ahora bien, si uno de vosotros quiere construir una casa, ¿no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla? 29Para evitar que, si echa los cimientos y no puede acabarla, los mirones se pongan a burlarse de él a coro 30diciendo: "Este empezó a construir y no ha sido capaz de acabar". 31Y si un rey va a dar batalla a otro, ¿no se sienta primero a deliberar si le bastarán diez mil hombres para hacer frente al que viene contra él con veinte mil? 32Y si ve que no, cuando el otro está todavía lejos, le envía legados para pedir condiciones de paz.
33Esto supuesto, todo aquel de vosotros que no renuncia a todo lo que tiene no puede ser discípulo mío.

El seguimiento de Jesús implica un amor que trascienda el amor natural a la familia, incluso el amor a uno mismo: “Si uno quiere venirse conmigo y no me prefiere a su padre y a su madre, a su mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas, y hasta a sí mismo, no puede ser discípulo mío”. Es cómodo amar a los de siempre, a aquellos con quienes no se corre riesgos. Pero el amor cristiano es mucho más que esto.

El amor cristiano es amar hasta dar la vida, para eso es una cruz: Quien no carga con su cruz y se viene detrás de mí, no puede ser discípulo mío”

No es tan fácil ser cristiano. Amar como Jesús tiene sus dificultades, pero también sus satisfacciones. Es bueno por un lado, reconocer si somos capaces de asimilarnos a este proyecto, por qué de no ser así nos puede pasar que nos quedemos con los cimientos de la torre que pensábamos construir o nos sintamos inseguros, con nuestros diez mil soldados ante el que viene con veinte mil. Ser cristiano tiene que pensarse muy en serio. Pero por otro lado es necesario el humilde reconocimiento de que los medios humanos de los que disponemos no alcanzan para lograr la victoria. El reino se construye con el esfuerzo y la entrega de la vida, lo demás es la tarea del Espíritu. Ánimo el camino es duro pero vale la pena andarlo.

martes, 6 de noviembre de 2012

EL BANQUETE DEL REINO YA HA COMENZADO, NO HAY QUE ESPERAR A LA MUERTE


EL BANQUETE DEL REINO YA HA COMENZADO, NO HAY QUE ESPERAR A LA MUERTE

EVANGELIO
LUCAS 14, 15-23


15Al oír aquello, uno de los comensales le dijo: -¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios! 16Jesús le repuso: -Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; 17a la hora del banquete mandó a su criado a avisar a los convidados: -Venid, que ya está preparado. 18Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: -He comprado un campo y necesito ir a verlo. Dispénsame, por favor. 19Otro dijo: -He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor. 20Otro dijo: -Me acabo de casar y, naturalmente, no puedo ir. 21El criado volvió a contárselo a su señor. Entonces el dueño de la casa, indignado, le dijo: -Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete aquí a los pobres, lisiados, ciegos y cojos. 22El criado dijo: -Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio. 23Entonces el señor le dijo al criado:
-Sal a los caminos y senderos y aprémiales a entrar hasta que se llene la casa; 24porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi banquete.

Siempre esperando el futuro como si el presente no interesara, siempre mirando a la otra vida sin darnos cuenta de lo que se necesita en esta. Pensamos mucho en la felicidad y la hermosura del más allá que se nos olvida que ya, aquí y ahora, ha comenzado la fiesta de la vida.

“¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios!” dijo uno que no se había enterado de que Jesús y sus discípulos ya vivían anticipadamente esa dicha. Así nos pasa, dejamos que se esfume la hermosa vida o la gastamos en lo inútil. Hasta cuando entenderemos que estamos llamados a hacer de nuestro presente lo que soñamos para el futuro.

            Pero, ¿quiénes son los que van a gozar del banquete del reino de Dios? Nada más ni nada menos que los que ya desde ahora han entendido el sentido de la vida y no han puesto sus caprichos y comodidades por encima del reino, los que van descubriendo, ya desde ahora, la alegría de vivir como hermanos y hermanas, los que no esperan para el futuro lo que ya pueden hacer realidad en el presente.

            Sin embargo, hay quienes sumidos en sus personales criterios, se olvidan de la alegría que produce la comunidad cristiana: he comprado un campo y necesito ir a verlo, he comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas, me acabo de casar y, naturalmente, no puedo ir. Ni siquiera nuestros más refinados modales justifican que nos privemos de la verdadera fiesta de la vida: “Dispénsame, por favor”  (Cfr. Vv. 28.29)

            Los excluidos de Israel son los merecedores del banquete: “…pobres, lisiados, ciegos y cojos” y los extranjeros, los paganos: “Sal a los caminos y senderos y aprémiales a entrar hasta que se llene la casa”. Quienes menos imaginaron participaron del banquete.

            Cuidado puede llegar a pasarnos, poco, más o menos, lo mismo. Quienes nos sentimos más seguros de participar en el banquete podemos quedarnos fuera. O, más aún, puede pasar que algunos sigamos pensando que la fiesta del banquete es para la otra vida, o que pensemos que estamos dentro del banquete y en realidad nos hemos quedado fuera.

DIME A QUIÉN INVITAS, Y TE DIRÉ SI ERES CRISTIANO


¿A QUIÉN INVITAMOS?

EVANGELIO


LUCAS 14, 12-14


12Y al que lo había invitado le dijo: -Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos ni a tus hermanos ni a tus parientes ni a vecinos ricos; no sea que te inviten ellos para corresponder y quedes pagado. 13Al revés, cuando des un banquete, invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos; 14y dichoso tú entonces, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos.


¿Cuantos siglos más tendrán que pasar para terminar de entender el evangelio? Llevamos dos milenios y no hemos dado el paso decisivo para vivir verdaderamente como cristianos. No dejamos de quitarle el filo a la  espada de la Palabra. Pasajes como el de hoy nos resultan incomodos, quisiéramos omitirlos o que nunca hubieran existido. Sin embargo, estos textos nos recuerdan que hemos desviado y reducido nuestro ser cristiano a una serie de prácticas personales distanciadas del amor verdadero al prójimo.

Nos rodemos de personas de quienes podemos obtener algún beneficio y excluimos a quienes no nos son útiles. Jesús sabe que la sociedad así está organizada y que esos son nuestros intereses, por eso busca cambiar radicalmente nuestros esquemas de convivencia humana: Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos ni a tus hermanos ni a tus parientes ni a vecinos ricos; no sea que te inviten ellos para corresponder y quedes pagado. 13Al revés, cuando des un banquete, invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos”

Hacemos favores a quienes pueden pagarnos con favores. “Favor con favor se paga”, reza el refrán. La propuesta de Jesús es diferente. Hay quienes no tienen con qué pagarnos, o no pagan como paga el mundo, sin embargo, de ellos se obtiene la mayor de las recompensas. No hacer el juego a esta sociedad excluyente y atrevernos a vivir la radicalidad del evangelio, es adquirir una libertad que nos llena de plenitud como hombres y como cristianos

domingo, 4 de noviembre de 2012

Nunca nadie antes, en la tierra, había amado tanto al hombre como Jesús.


¿DISCÍPULOS DE MOISÉS O DISCÍPULOS DE JESÚS?
EVANGELIO
MARCOS
12,28-34


28 Se le acercó un letrado que había oído la discusión y notado lo bien que respondía, y le preguntó:
-¿Qué mandamiento es el primero de todos?
29 Respondió Jesús:
-El primero es: «Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor; 30 amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas». 31 El segundo, éste: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No hay ningún mandamiento mayor que éstos.
32 El letrado le dijo:
-Muy bien, Maestro, es verdad lo que has dicho, que es uno solo y que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a uno mismo supera todos los holocaustos y sacrificios.
34 Viendo Jesús que había respondido inteligentemente, le dijo:
-No estás lejos del reino de Dios.
Y ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas


El letrado era el conocedor de la ley y los profetas. No todos en  Israel sabían leer y escribir, por lo tanto el acceso a los escritos sagrados estaba restringido. Desmenuzando el decálogo habían logrado sacar 613 mandamientos (365 prohibiciones, una por cada día del año, y 248 obligaciones, una por cada parte del cuerpo) y de los 613 más de 5000. Se discutía cuál de ellos sería el más importante. La mayoría afirmaba que el del descanso del sábado. Esto parece ser no terminaba de con vencer al Escriba del evangelio, por eso cuando puede le lanza la pregunta al maestro de Galilea: -¿Qué mandamiento es el primero de todos?

Jesús deja en claro que no es uno sino dos. El amor a Dios precisa el amor al prójimo: El primero es: «Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor; 30 amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas». 31 El segundo, éste: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No hay ningún mandamiento mayor que éstos.

El letrado se da cuenta que aquella pregunta que tanto le había rondado en la cabeza y el corazón ahora comienza a tener más claridad. Deja de pensar como los suyos y recurre a la predicación de los profetas: -Muy bien, Maestro, es verdad lo que has dicho, que es uno solo y que no hay otro fuera de él; 33 y que amarlo con todo el corazón y con todo el entendimiento y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a uno mismo supera todos los holocaustos y sacrificios. Aquí encontramos los mandamientos para un buen Israelita, pero no es suficiente para buen cristiano.

Me da la impresión de que de muchos de nosotros, como el escriba, no quedamos satisfechos cuando escuchamos enseñanzas ajenas a la vida, hay muchas ideas que nos dejan en ayunas, nos resistimos a conformarnos con normas lejanas al amor fraterno, y buscamos una luz en medio de este túnel espiritualidades intimistas. También me da la impresión de que a pesar de 2000 años de cristianismo vivimos más movidos por la ley mosaica que por la entrega cristiana.

El amor absoluto a Dios y el amor al prójimo como a nosotros mismo, de la ley mosaica, no es el amor del mandamiento nuevo. El mandamiento nuevo es el de amar como Jesús, hasta dar la vida. Jesús manifiesta que está profundamente enamorado del hombre hasta el extremo de dar su vida por él. Jesús, permítasenos la expresión, es el loco enamorado del hombre. Nunca nadie antes, en la tierra, había amado tanto al hombre como Jesús. Por eso el mandamiento cristiano no es amar al prójimo como a nosotros mismo, sino amar como Jesús no ha amado.