LA GRANDEZA ESTÁ EN LO SENCILLO
EVANGELIO
LUCAS 19, 41-44
41Al acercarse y ver la ciudad, le dijo llorando por ella: 42-¡Si
también tú comprendieras en este día lo que conduce a la paz! Pero no, no
tienes ojos para verlo. 43Por eso van a llegar días en que tus
enemigos te rodeen de trincheras, te sitien, aprieten el cerco, 44te
arrasen con tus hijos dentro y no dejen en ti piedra sobre piedra; porque no reconociste
la oportunidad que Dios te daba.
Seguimos sin reconocer las oportunidades que Dios nos
da a cada día. Nuestra ceguera, nuestra ambición, nuestra sed de predominio
dificultan el camino hacia una vida más plena. El pueblo de Israel esperaba el
reino de Dios, pero su deseo desmedido de dominar a las demás naciones no le
permitió entender que lo que Dios esperaba era algo mucho más grande. Se nos hace tan difícil reconocer
la pequeñez de nuestros mezquinos intereses y la grandeza de lo sencillo. Nos faltan
ojos para reconocer que no es en la fuerza o en el sometimiento de los otros donde
brilla con toda su intensidad la gloria del Padre.
Israel perdió su oportunidad porque teniendo en Jesús
la posibilidad de comenzar una humanidad nueva, con los valores del reino, prefirió
seguir alimentando a los suyos con el pan del triunfalismo. Cuidado no nos vaya
a pasar también a nosotros, no vaya a ser que nuestros sueños de grandeza vengan
acompañados de pesadillas, pues en un mundo de rivales siempre habrá otros más
fuertes que provoquen nuestra caída.
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