El trabajo de alimentar los corazones vacíos de los hombres está por encima de nuestros planes y proyectos
Marcos
6, 30-34
30Los enviados se congregaron donde estaba Jesús y le contaron todo lo
que habían hecho y todo lo que habían enseñado. 31Él les dijo:
-Venid
vosotros solos aparte, a un lugar despoblado, y descansad un poco.
Es
que eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para
comer.
Los discípulos no habían seguido las instrucciones
que les había dado Jesús. Ahora regresan con aires triunfalistas. Sin pensar,
dicen a Jesús lo que han hecho y enseñado. Recordemos que Jesús no los había
mandado enseñar, sino aprender. La palabra enseñar la utiliza Jesús cuando está
frente a un grupo de judíos y explica a partir del Antiguo Testamento. Ahora
que los discípulos son los que enseñan, el evangelista quiere decir que han propuesto
un ideal de mesías (ungir con aceite) y de reino fundamentado en la categorías del
pasado (al estilo de David). El Señor quiere liberarlos de esa ideología, por
eso decide llevarlos a un lugar solitario, lejos de la influencia de los
antivalores de la sociedad. Jesús quiere que los discípulos asimilen
verdaderamente su mensaje (no encontraban tiempo para comer). El verbo comer
habría que entenderlo como asimilar. En la vida hacen falta momentos para
asimilar lo vivido. Pero no siempre es posible que existan.
32y se marcharon en la barca, aparte, a un lugar despoblado.
33Los vieron marcharse y muchos los reconocieron; entonces, desde todos
los pueblos fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. 34A1
desembarcar vio una gran multitud; se conmovió, porque estaban como ovejas sin
pastor, y se puso a enseñar es muchas cosas.
Las cosas no vuelven a salir como Jesús quiere. La
gente se les adelante y el plan de evaluación no resulta. Sin embargo, al ver
Jesús a la gente como oveja sin pastor, no pierde la oportunidad para enseñar a
esa multitud hambrienta de vida verdadera, de amor autentico, de justicia
practicada, de dignidad vivida, de libertad conquistada, etc. El trabajo de
alimentar los corazones vacíos de los hombres está por encima de nuestros
planes y proyectos. La evaluación quedará para más adelante, lo mismo que el
descanso. La construcción de un mundo de hermanos no tiene vacaciones ni reposo.
Hay que gastar la vida para que nuestros hermanos los hombres puedan vivir dignamente
la vida para la cual fuimos creados. Pero de este nos hablará mejor el
evangelio del próximo domingo, aunque la lectura litúrgica no será de la san
Marcos, sino la de san Juan…
Estemos atentos.
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