jueves, 20 de septiembre de 2012

LA MIRADA DE JESÚS Y LA MIRADA DE SIMÓN


LA MIRADA DE JESÚS Y LA MIRADA DE SIMÓN
LUCAS 7, 36-50

36Un fariseo lo invitó a comer con él. Entró en casa del fariseo y se recostó a la mesa. 37En esto, una mujer conocida en la ciudad como pecadora, al enterarse de que estaba a la mesa en casa del fariseo, llegó con un frasco de perfume, 38se colocó detrás de él junto a sus pies, llorando, y empezó a regarle los pies con sus lágrimas; se los secaba con el pelo, se los besaba y se los ungía con perfume.
39Al ver aquello, el fariseo que lo había invitado dijo para sus adentros:
-Este, si fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo está tocando y qué clase de mujer es: una pecadora.
40Jesús tomó la palabra y dijo:
-Simón, tengo algo que decirte.
Él respondió:
-Dímelo, Maestro.
41-Un prestamista tenía dos deudores: uno le debía quinientos denariosy el otro cincuenta. 42Como ellos no tenían con qué pagar, se lo perdonó a los dos. ¿Cuál de ellos le estará más agradecido?
43Contestó Simón:
-Supongo que aquel a quien le perdonó más.
Jesús le dijo:
-Has juzgado con acierto.
44Y, volviéndose a la mujer, dijo a Simón:
-¿Ves esta mujer? Cuando entré en tu casa, no me diste agua para los pies; ella, en cambio, me ha regado los pies con sus lágrimas y me los ha secado con su pelo. 45Tú no me besaste; ella, en cambio, desde que entró no ha dejado de besarme los pies. 46Tú no me echaste ungüento en la cabeza; ella, en cambio, me ha ungido los pies con perfume. 47Por eso te digo: sus pecados, que eran muchos, se le han perdonado, por eso muestra tanto agradecimiento; en cambio, al que poco se le perdona, poco tiene que agradecer.
48Y a ella le dijo:
-Tus pecados están perdonados.
49Los comensales empezaron a decirse:
-¿Quién es éste, que hasta perdona pecados?
50Pero él le dijo a la mujer:
-Tu fe te ha salvado; vete en paz.


Ser me viene a la mente muchos títulos que pudiéramos poner a este pasaje. Enumero algunos:
-         La mirada de Jesús y la mirada de Simón
-         Donde unos ven un pecador Jesús ve un hermano
-         Al que mucho se le perdona mucho ama
-         El amor por encima de las leyes
-         El buen juez por su casa empieza
-         De qué sirve sentirte santo si careces del amor
-         El hombre en desgracia no necesita un juez, sino un hermano
-         Por muy bueno que te creas algo tienes de maldad
-         El pecado no es la impureza sino la falta de compasión
-         Solo Dios juzga
-         ¿Tú quién eres para juzgar al prójimo?
-         Dos respuestas al amor
-         La mujer que si sabía amar
-         Ojos de fariseo, ojos de juez
-         Quién juzgamos malo nos lleva la delantera
-         Mirar como Jesús mira
-         La mirada del amor

En fin, lo importante es aprender de Jesús y trabajar por un mundo donde haya menos hombres y mujeres como Simón y más como Jesús, pues nuestra humanidad caída reclama la presencia de hermanos que tiendan la mano no de jueces que condenen,

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