Evangelio según San
Marcos
(Mc 9, 38-48)
38Juan le dijo: «Maestro,
hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y no viene con nosotros y
tratamos de impedírselo porque no venía con nosotros.»39Pero Jesús dijo: «No se
lo impidáis, pues no hay nadie que obre un milagro invocando mi nombre y que
luego sea capaz de hablar mal de mí. 40Pues el que no está contra
nosotros, está por nosotros.» 41«Todo aquel que os dé de beber un vaso de agua
por el hecho de que sois de Cristo, os aseguro que no perderá su recompensa.» 42«Y
al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le pongan
al cuello una de esas piedras de molino y que le echen al mar. 43Y si tu mano
te es ocasión de pecado, córtatela. Más vale que entres manco en la Vida que,
con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga. 45Y si tu pie te
es ocasión de pecado, córtatelo. Más vale que entres cojo en la Vida que, con
los dos pies, ser arrojado a la gehenna. 47Y si tu ojo te es ocasión de pecado,
sácatelo. Más vale que entres con un solo ojo en el Reino de Dios que, con los
dos ojos, ser arrojado a la gehenna, 48donde su gusano no muere y el fuego no
se apaga.
El deseo de controlarlo todo y de ser
quien controla o domina, radica en el corazón del hombre. Jesús lo sabe y va a
poner orden en su grupo que se siente con el derecho de excluir a los que no
piensan, sienten o actúan como ellos. Ahora le toca el turno a Juan, el hijo
del trueno, apodo dado por Jesús debido a la idea que tenía de Dios (El trueno
en el Antiguo Testamento es la voz de Dios que ahuyenta a los paganos). Juan no
puede permitir que alguien que no es Judío, en nombre de Jesús, libere a la
humanidad de los males que la oprimen. Se siente con el derecho de prohibir la
actividad liberadora a los extranjeros. Considera exclusiva esa tarea para
ellos. Jesús le hace ver que la liberación de la humanidad no es propiedad
privada de nadie, que todo hombre lleva en sí mismo el impulso hacia el bien,
el amor y la verdad, que no es la pertenencia a un grupo o institución lo que
dictamina quien puede y quien no hacer el bien. También nuestra Iglesia
experimenta esta tentación. Durante mucho tiempo se decía: “fuera de la Iglesia no hay salvación”, y
es que así como solo se salvaron, del diluvio, los que estaban en el arca de
Noé así solo se salvarían los que estaban dentro de la Iglesia. Así de reducido
era nuestro horizonte. Hasta que un día el papá más grande de los últimos tiempos,
el gran Juan XXIII, decidió que entrará aire nuevo a la iglesia: abramos las ventanas y las puertas de la
Iglesia para que entre aire nuevo, decía. Una de las ideas que desempolvo
el Concilio Vaticano II fue lo de las “semillas del verbo” esparcidas por todo
el mundo. Con esto la Iglesia se daba cuenta de que la salvación no era
exclusiva de ella, sino abierta a todos los hombres, que por ser imagen y
semejanza de Dios llevaban en su corazón la bondad, la verdad y el amor de su
creador.
El afán de dominar manifestado por Juan
lleva en sí mismo el deseo de tratar a los demás como inferiores o siervos. El escándalo
de que habla el evangelio consiste en que los seguidores de Jesús que no
proceden del judaísmo y que han aceptado ser sencillos, serviciales, nobles,
sin pretensiones de poder y sin afán por las riquezas, porque esa es la enseñanza
de Jesús, se topan con una comunidad que actúa de manera contraria a lo
propuesto por el maestro, es decir: no encuentran en la comunidad una comunidad
de hermanos, sino un grupo egoísta de personas que busca someter a quien
libremente ha decidido ser servidor de
los demás y que se comportan como superiores de quienes no pertenecen al judaísmo
(no son de los nuestros). Este
escándalo sigue presente en la historia de la iglesia, también hoy hay en
nuestro medio personas que han optado por seguir a Jesús porque su estilo
sencillo y de compromiso fraternal les ha cautivado, pero a la hora de querer
encontrar esto en la comunidad se topan con un sistema de opresión y de falacia,
desde donde se aparenta que se vive el evangelio, cuando en realidad los
mezquinos interese siguen predominando.
Gracias a Dios sigue habiendo grupos
o comunidades que a pesar de los anti-testimonios del poder siguen creyendo que
es posible construir una sociedad de Hermanos, libre de todo afán de dominio.
Construir la comunidad universal del
amor fraterno sólo es posible rechazando esta tentación y abriéndonos a los que
desde su propia trinchera buscan mejores condiciones de vida para los hijos e
hijas de Dios dispersos por el mundo. El rechazo de esta tentación comienza por
eliminar toda acción negativa (cortarse la mano), después toda actitud
contraria al amor (cortarse el pie), hasta lograr acabar con toda intención que
nos conduzca al mal (sacarse el ojo). Sólo
libres de todo exclusivismo y sin importar el color de nuestra bandera podremos
unir esfuerzos para liberar a nuestros hermanos los hombres oprimidos por la
miseria, el hambre, el desempleo, la el fanatismo, la enfermedad, todo lo que
atenta contra la vida y dignidad del hombre.
"Fuera de la Iglesia No hay Salvación es un dogma, y los dogmas no pueden ser cambiado, y quién osa cambiar el significado revelado por Dios, sea hasta un Papa...es un apostata...Juan XXIII no es ningún "gran Papa", el debió mantener todo lo que le fue transmitido por sus antecesores...así el Papa antes de subir a su trono tiene que jurarlo..."no cambiar nada del depósito de la Fe", es como si a usted le vinieran a decir un día que la Virgen María...si fue concebida en pecado original...la Inmaculada Concepción es un dogma de Fe...lo mismo sucede con el dogma Fuera de la Iglesia No Hay Salvación. Es necesario para salvarse creer en la Trinidad, Encarnación y estar sometido bajo el Pontífice Romano...si verdaderamente hay uno legitimo...un Papa que es hereje no es tal sino un anti- Católico y pierde su oficio. Les recomiendo que busquen en YouTube un video que se llama El Tercer Secreto de Fátima que fue creado por vaticanocatolico.com. También en la página web tienen artículos que explican cómo la Biblia prueba las enseñanzas de la Iglesia católica, la necesidad del sacramento del bautismo para la salvación, los dogmas del Magisterio infalible de la Iglesia católica. Además explican qué le ha ocurrido a la Iglesia católica después del Vaticano II, cómo estamos viviendo la Gran Apostasía profetizada en la Sagrada Escritura y en las profecías católicas. El link del video es el siguiente: El Tercer Secreto de Fátima y el Fin del Mundo
ResponderEliminar